jueves, 21 de agosto de 2014

La transparencia del ser: a propósito de Contarlo Todo

"Quizás se trate simplemente de eso, de que he aprendido finalmente que la cosa es hacer y no juzgarme. Eso es. De vencerme escribiendo. Y basta."
Contarlo Todo-Jeremías Gamboa.


Escribir es un acción que nace por alguna necesidad. Cada escritor tiene una historia que  contar y comunicar. ¿Existirían escritores si no existieran lectores? Probablemente solo existirían personas que escriben. ¿Qué entendemos por ser un escritor de oficio? ¿Cómo llega una persona a ser y/o sentirse escritor? 

El proceso de escribir nunca acaba. Pienso que como seres humanos siempre estamos en constante variación. Yo comencé escribiendo cosas abstractas sobre mi percepción de la realidad, luego fui entremezclándolo con algo parecido a la poesía y empecé a crear relatos acerca de las personas que iba conociendo. En algún momento escribí algunas crónicas, reflexiones, en fin , variedades. Y hasta que finalmente me presenté "al natural". Aún así, hay cosas que guardo para mi misma. 

Me pasó que mientras iba leyendo el libro de Jeremías Gamboa, creí que todo en realidad había pasado. El libro cumplió su papel. Contó una historia bien contada y me abrió una interrogante: ¿cuánto estoy dispuesta a revelar acerca de mi? 

sábado, 16 de agosto de 2014

Another Anthony

Este relato lo escribí hace casi 4 años, inspirado en algunas vivencias de mis últimos días en las clases de inglés en el ICPNA.

Jueves, 23 de diciembre de 2010
Another Anthony.
                                  
No pensaba en nada más que en sentirme relajada en clases, tanto como solía estarlo, o hasta más. Al principio todo es chévere. Si pudiera mantener esa estabilidad del primer día todo sería mejor. Pero nada es perfecto, y esta demás decir que las cosas no se acomodan a lo que uno quiere, sino que uno debe acomodarse a como están las cosas.

El último mes estuvo más chévere, porque me cambie de horario. No sé por qué, pero me gustan las cosas nuevas. Siento que la rutina no es para mí. El punto es que estuve interesándome por levantarme más temprano y por tratar de no molestarme por estupideces. Y claro por no desaparecer tan seguidamente. En esas que conocí a Anthony.
Era un día que yo había llegado tarde a clases y me senté en una esquina pensando que sería la última en llegar, pero al cabo de 5 minutos llegó él, y se sentó a mi lado y junto a Geraldo, quien también llegó tarde. Entonces pensé: uff hay peores. Escuché a Anthony decir que se había levantado recién y no sabía si venir a clases o no, y yo me reí y él también. Así fue que nos empezamos a preguntar cosas habituales de la clase. Al cabo de un par de días hablábamos más en clase, porque teníamos que pensar en los ejercicios de inglés. No sé cómo, pero terminábamos riéndonos de las cosas que inventábamos. Era la primera vez en tanto tiempo que me sentía cómoda con un chico. Sin importar las tonterías en las que yo pensaba. Que alguien me pregunte cosas y que espere una respuesta satisfactoria era algo que tuve que hacer casi a la fuerza. Sentía como una mano agarraba mi cara y la volteaba para notar que alguien más estaba hablándome.
Y ahora que recuerdo esos días, veo a Anthony hacer un wave con la mano de nuevo y decir: Hasta Pronto. Así fue, por un par de días quedé algo pasmada acerca de por qué me sentí atraída, a pesar de que otro patín de inicial E. había intentado saber mucho más de mí. ¿Será porque Anthony era como el Wes Bentley de la clase de inglés, pero con su celular Sony Ericsson verde con negro? Quizás.

 

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