Quería escribir sobre esto y no sabía en dónde encajarlo. Concluí que en este blog miscelánea-medio diario-funcionaría bien. No quiero dejar pasar la oportunidad de vaciar y compartir las ideas, reflexiones, pensamientos que me dejó leer Raíces de Alex Haley.
¿Cómo empezó?
Un día vi varios videos sobre algunos escritores recomendando libros para leer. No recuerdo bien si fue Jeremías Gamboa u otro quien recomendó un libro llamado Raíces. El título se me quedó grabado y más o menos me enteré de qué se trataba. Pasaron varias semanas-o meses-hasta que un día de Enero fui a la Feria permanente de libro Amazonas a comprar un libro de Julio Ramón Ribeyro. Tenía en mente comprar un libro y terminé llevándome tres.
Estaba chusmeando entre varias repisas hasta que decidí dar una vuelta final. Pasé por un stand y me detuve a ver un libro de Bryce Echenique, estuve a punto de comprarlo, pero algo me dijo que todavía no. Vi un libro mediano en cuya portada había dos hombres negros con grilletes en el cuello y en las muñecas, parecían encerrados en una especie de jaula de madera. Leí el título y de inmediato recordé Raíces. Lo compré a 10 soles y el vendedor me aseguró que era original. Así me fui a casita con mis adquisiciones.
El proceso de lectura.
En casa me di cuenta que Raíces es un libro extenso. Lo saqué de la bolsa, lo revisé meticulosamente y noté que casi llegaba a las 500 páginas. Esa primera impresión me hizo declinar en leerlo primero. Luego de una temporada-y después de haber leído otro libro-comencé a leer las primeras páginas.
El desarrollo de la vida de Kunta Kinte desde pequeño me abrió la mente a datos y formas de vida que no conocía. Confieso que nunca en mi vida había leído sobre la vida de algún africano en su país natal. Poco a poco me fui dando cuenta que este libro es una mezcla de literatura e historia. El texto es bastante extenso y caí en la tentación de saltarme algunas partes para llegar-a mi parecer- a la parte mejor lograda del libro: el de la captura de Kunta y su traslado en barco a Norteamérica. Lo que sigue después no deja de ser interesante. El conflicto interno de Kunta, su adaptación casi forzosa a su condición de esclavo, el suceso que marca un quiebre en su familia y los posteriores acontecimientos que dibujan la historia de sus descendientes.
Las páginas están cargadas de historias llenas de injusticias propias a la condiciones de la esclavitud. Como lectora percibí más de cerca esos conflictos ligados a la disposición de la libertad. Por más afortunado que fuese un esclavo, existió siempre el dilema de pertenecer a alguien. Y hasta un liberto de algún modo no estaba ajeno a esa condición, ya que siempre se sufría por alguien quien no gozaba de libertad.
Raíces nos muestra las vicisitudes de todos los personajes de la época de los siglos XVIII al XX, dentro de un contexto sureño esclavista norteamericano. Este libro reúne alrededor de 7 generaciones de historias, cada una de ellas con el mérito de ser leídas. Con el recuerdo de Kunta Kinte, viví con intensidad los episodios de la historia de Kizzy, la pelea final de gallos del "gallito" George junto a su amo Lea, me identifiqué con algunos rasgos de Tom, salté de alegría cuando se abolió la esclavitud y más aun cuando se le comunicó esta noticia a la familia, luego fui anotando los nombres de cada miembro descendiente de la familia para no perder el hilo y finalmente sonreí al leer el nombre de Kunta al final del libro.
Fue la primera vez que leí un libro tan extenso y lo he disfrutado a más no poder. Sin duda lo recomiendo y espero que también disfruten leyéndolo. :)
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