jueves, 4 de junio de 2009

Y los sueños, sólo sueños son.

Tuve un sueño muy raro. Al llegar a mi casa dormí un par de horas. [...]

El sueño fue más o menos así: estabamos mis nuevas amigas y yo hablando como de costumbre formando un grupo, y de pronto se aparece él, se sentó delante de mí y después de varios sucesos (como sacarse la chompa, pararse, sentarse...) que no recuerdo muy bien, me dijo en inglés que reconsidere regresar con él , y yo le contesté en inglés, también, que si eso sucedería de nuevo yo volveria a hacer lo mismo, le agarré la mano y el apretó la mia, mientras que mi amiga me peñiscó el brazo.

Luego salimos de ese cuarto y caminamos juntos hacia otro. Ese nuevo cuarto era grande, las paredes eran blancas y habían muchos cuadros colgados, todos ellos con colores vivos. Caminabamos abrazados, y me sugirió que le acompañe a una boda a las 3 de la tarde y que diga a todos que de las 20 chicas que le fueron a buscar sólo a mi me aceptó (?) cuando le miré a la cara para responderle de pronto mi mirada se desvió hacia una gran ventana muy grande...a través de ella vi que pasaba una especie de tren. Miré al tren y le dije que no podía, porque hoy tendría clases y exposición...y eso era cierto, en la vida real (ja).

Después de eso, dentro del mismo cuarto blanco había un paradero, mucha gente estaba esperando un carro. De pronto vi que él se convirtió en un señor, vestido de jean (casaca y pantalón) de pronto se perdió entre la gente y lo vi colgado (literalmente) del pasamanos...qué raro.
...Seguí caminando y pasé a otro ambiente...de pronto me vi en una habitación donde habia gente viendo una pelicula...todos estaban saliendo de esa habitación y yo también, como si la hubiera visto. Caminé por un pasillo y vi muchas habitaciones, sentí algo de miedo, porque eran como pequeñas salas, algo así como un prostíbulo...lo más curioso fue que retrocedí unos metros y salí por la puerta de una iglesia. Y vi que mi ropa habia cambiado...llevaba puesto un polo blanco y una falda envolvente, y a medida que iba caminando la falda se desajustaba. Me preocupé por ello e intentaba buscar un lugar donde no hubiera mucha gente para poder ajustarla. De pronto, estaba caminando por un vecindario rodeado de cerros. Y cuando al fin logré ubicar un lugar adecuado, dos señoras hablaban sobre lo mal que yo estaba actuando.
No recuerdo que más pasó.
De pronto, estaba en una casa pequeña y oscura. Tenía las mismas características de las viviendas de la sierra, en donde no hay luz. Entré y vi los pies de un niño, y le prometí comprarle un par de zapatos, y que no se preocupara por usar sus zapatos (los viejos) porque tendría unos nuevos nuevos... muy pronto.
Fin.

Con esto: Ex - LLorar aquí mismo


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