Me desperté, me vestí y caminé más sonámbula que ayer.
Le toqué el hombro y me agarró la mano.
- Te invito a desayunar, luego hablaremos de cosas de chicas, tu sabes..
- Suena interesante.
- Eres como mi hermanita.
Tanta espontaneidad fluía de su boca. A veces daba risa.
Ah? no, no soy buena para eso.
Yo haré las oraciones.
lunes, 18 de agosto de 2008
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